Estoy cayendo en una adicción con el alambre, lo sé, y el reto no hace más que empeorarla, le veo tantas posibilidades y en inesperadas formas y lugares que no hago más que maquinar aplicaciones.
Hoy me dio por vestir las botellas con un extraño artilugio alambrado, yo es que antes muerta que sencilla :-)
Es adaptable a distintas botellas por lo fácilmente moldeable que es el alambre, lo mismo para la bonita botella azul de agua de Solán de Cabras, la cual es altamente tuneable, por cierto..
Que para presentar la botella de vino rosado que me voy a zampar esta noche (la celebración continúa)
Una vez acabado el vino, veo otra creatura en ciernes....
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Materiales: alambre de aluminio, flores y hojas acrílicas, alfileres de bisutería
4 comentarios:
Ya te veo: "Hola, me llamo Rita, y soy alambróloga u_u " Jijijijijij :P
Jajajajaja entre otros variopintos oficios :-D
Te han quedado preciosas las botellas.
Son como... de hadas y duendes, no sé, como del País de las Maravillas, o del Mundo de los Sueños, según se mire ;-D
Adelante con el alambre, te salen cosas excelentes!
Siii! a veces, veo ALAMBRES @-@
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